Foto: IMDb. |
La sonrisa de la Mona
Lisa fue un filme dramático dirigido por Mike
Newell y protagonizado por Julia Roberts,
Kirsten Dunst, Julia
Stiles y Maggie Gyllenhaal estrenado
en el año 2003, que a pesar de no tener una buena acogida en taquilla dejó un
mensaje positivo para sus espectadores. La película plantea ciertos prejuicios
de la sociedad conservadora estadounidense de ese entonces (1953-1954), donde
el papel de la mujer no transcendía más allá de solo estar en casa para atender
a su esposo y su familia. Las señoritas de la academia Wellesley (las más
inteligentes del país), solo tenían un sueño y era el de poder casarse con un
hombre poderoso y vivir una vida de “ensueño” que se adaptaba al arquetipo del
pensamiento conservador y de cierta forma sumiso que se les imponían desde muy
temprana edad.
La
llegada a Wellesley de la señorita Katherine Watson (Julia Roberts) una maestra de historia del arte que
soñó toda su vida con enseñar en la academia más prestigiosa de Estados Unidos,
marca un giro importante en la historia de la película al no estar de acuerdo
con las tradiciones retrógradas a las que las estudiantes estaban sometidas, un
entorno en el que no se les permitía soñar ni concebir la vida de otra forma,
donde tomar una pastilla anticonceptiva era sinónimo de promiscuidad y el hecho
de no conseguir esposo significaba el fracaso. Watson les da así una nueva
expectativa a las estudiantes permitiéndoles ver más allá de lo común e
incitándolas a anhelar ser las líderes del mañana y no las esposas dóciles y
subordinadas que supuestamente nacieron para ser.
A
pesar de que el propósito de su director Mike
Newell (reconocido por su participación en la dirección de películas como Harry Potter y el cáliz de fuego, La máscara
de hierro, El príncipe de Persia y varias más…), evidencia una invitación a
reflexionar el valor y el gran aporte que las mujeres prestan a la humanidad,
la película recibió fuertes críticas y llegó a considerarse poco original al poder
compararse fácilmente con El club de los
poetas muertos, un filme con una trama bastante similar abordada desde la
perspectiva masculina.
Otra
gran crítica negativa que recibió, fue a causa de la forma predecible en la que
se desenvuelve la trama, debido a que desde el inicio se puede concluir cómo
terminará. Sin embargo, logra una cálida acogida por parte del género femenino,
puesto que sus secuencias muestran múltiples trasfondos que permiten razonar
sobre los puntos críticos a través de la historia, donde el papel de la mujer ha
sido menospreciado y la lucha ideológica por la que se ha tenido que pasar han
marcado una destacada trascendencia a la actualidad y a la realidad del legado
matriarcal que se concibe hoy en día dentro de la sociedad.
Es
fascinante ver cómo la cinematografía logra resaltar en cada una de sus escenas
el rigor de la educación, el prestigio, el exquisito léxico con el que los
libretistas deciden relatar la historia y por supuesto las lecciones de
etiqueta donde se destaca la importancia de saber cuál es la manera adecuada de
acomodar la mesa para una cena, y cómo los pequeños detalles de sentarse y de
saludar correctamente otorgan un alto estatus, obviamente sin dejar de un lado
el grado de conocimiento en diversos campos que permiten realzar la
sofisticación que se pretende contextualizar.
Personalmente
se llega a la conclusión de que es una película interesante de una índole poco
cotidiana, debido a que no es un tema muy abordado en las películas de
Hollywood. Una cinta que realmente vale la pena ver, juzgar y apreciar por
cuenta propia, puesto a que su exquisita escenografía ambientada en la década
de los años 50 y sus profundos diálogos dejan cuantiosas enseñanzas acerca de
lo difícil que era ser una mujer en esa época y los pocos privilegios y
derechos que le eran otorgados.
Esta
es una historia de empoderamiento femenino y emancipación digna de ver.
Alejandra Molina Olano
David Giraldo Restrepo
David Giraldo Restrepo
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